Tengo la suerte de trabajar en un estudio lleno de encanto que nació gracias a la labor de reciclaje a la que sometí un viejo bar de toda la vida.
En él además de trabajar y compartir buenos momentos con otros artistas, entre ellos mi madre, ofrezco la posibilidad de iniciar y desarrollarse en esta vocación a todos aquellos que se sientan atraídos por las artes plásticas, especialmente a los que piensan que no valen o no saben como disfrutar dándole rienda suelta a su faceta artística.
Y me creo capacitado para ello no tanto por mis estudios reglados en la materia, como por haber pasado de la admiración por las obras ajenas hasta la decepción en la propia, aprendiendo y enseñándome desde el comienzo, consciente de saber que no tenía una facilidad natural para la materia.
Apuntes, bocetos y retratos hechos con lápices, carboncillos, cretas/sanguinas y demás técnicas secas.
El deseo fue y sigue siendo el motor de mi desarrollo como artista y como profesor, por lo que puedo decir que independientemente de la edad no hay necesidad de tener un talento especial para las artes siempre y cuando haya una motivación, del tipo que sea, para acercarse a este mundo lleno de posibilidades íntimamente gratificantes.
Dibujos hechos con lápices acuarelables y acuarelas.
MIS CLASES
Aunque tengo que reconocer una debilidad, me encanta dar clase a los más pequeños, tanto aquí, en mi estudio como en colegios, los niños son creativos por naturaleza, y cuando no se encuentran coaccionados por las opiniones de los demás, saben reconocer lo que les gusta siempre. Son sin lugar a dudas los mejores críticos de sus obras.
Con mi actividad como profesor de artes plásticas desde la plataforma que ofrecen las actividades extraexcolares persigo varios objetivos, primeramente descubrirle al alumno su propia capacidad creativa, a menudo desdibujada por una falta de seguridad en si mismo o en los medios técnicos utilizados por los artistas, de ahí que nuestras clases sean un paseo por múltiples y diferentes formas artísticas sorprendentes y divertidas. No se puede entender esta disciplina sin disfrutar a la par que aprendemos, tanto de lo que yo propongo en mi rol de maestro como del resto de compañeros y los que es quizás aún mas importante, de uno mismo.
Una de las mayores satisfacciones que obtengo con esto, es que mis alumnos le pierdan el miedo al medio artístico y se sientan capaces de aprender luego por su cuenta, abriéndose a un mundo lleno de posibilidades y expectativas.
Bien es cierto que para saber manejarlos cuando su número alcanza cierta masa crítica hay que saber ser persuasivo…
Si sientes curiosidad, si quieres tener un primer contacto o ya te crees un experto en la materia pero deseas mejorar, pásate por mi estudio y hablamos, a lo mejor soy yo el que aprende de ti.
